1. Colocador de bolos: Normalmente era para jóvenes y estaba mal pagado.
2. Despertador humano: Se encargaba de picar las puertas y ventanas de sus clientes para asegurarse que se despertaran a la hora acordada.
3. Cortador de hielo: Cortaban piezas de hielo de lagos congelados y se las vendían a los vendedores de hielo, que a su vez vendían el hielo para mantener fríos los congeladores de los compradores.
4. Detector de aviones pre-radar: Utilizaban estos armatostes para escuchar aviones enemigos acercándose y así avisar a sus compañeros.
5. Cazadores de ratas: Se metían en las alcantarillas de las ciudades europeas para controlar la población de ratas y así evitar la propagación de enfermedades.
6. Encendedor de farolas: Hasta la aparición de las bombillas eléctricas, las farolas necesitaban de gente que las encendiera y apagara.
7. Lechero: Debido a las rudimentarias técnicas de preservación y refrigeración, la leche debía ser entregada a domicilio y consumida rápidamente.
8. Conductor de troncos: Antes que aparecieran los camiones de transporte, los troncos debían ser conducidos por vías fluviales.
9. Operadora de centralita: Cuando la tecnología de telefonías no estaba suficientemente avanzada, era necesario tener una centralita para controlar las redes telefónicas conectando manualmente las llamadas.
10. Resurreccionista: Durante el siglo XIX eran los encargados de desenterrar los cadáveres de los cementerios para llevarlos a las universidades para su estudio en las facultades de medicina.
11. Lectores de fábricas: Las grandes fábricas les contrataban para hacer lecturas recreativas a sus trabajadores durante la jornada laboral, que acostumbraba a durar todo el día.
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