sábado, 28 de febrero de 2015

Paolo Nutini - Don't Let Me Down - Amazing cover of The Beatles's song (with Lyrics)



Paolo Nutini - Don't Let Me Down (The Beatles Cover)
Lyrics:
Nobody ever loved me like she does 
Oooo she does... Yes she does.

And if somebody loved me like she do me
Oooo she do me... Yes she does.

Don't let me down, Don't let me down
Don't let me down, Don't let me down.

I'm in love for the first time
Don't you know it's gonna last
It's a love that lasts forever
It's a love that has no past.

Don't let me down, Don't let me down
Don't let me down, Don't let me down.

And from the first time that she really done me
Oooo she done me... She done me good.

I guess nobody ever really done me
Oooo she done me... She done me good.

Don't let me down, Don't let me down
Don't let me down, Don't let me down.

Galaxy S6 Exclusive First Look

¿De que color ves este vestido?

martes, 24 de febrero de 2015

La historia del ‘Buda gordo’



No, el Buddha no era gordo. No, frotar la barriga del Buddha gordo no trae suerte. Pero, entonces: ¿por qué el Buddha aparece frecuentemente como un sujeto gordo y sonriente? ¿Cuántas veces hemos oído y respondido esa pregunta? Difícil saberlo, pero, seguro, es una de las más habituales.
El Buddha era un andariego. Cuando era joven, miembro de la casta guerrera, practicaba artes marciales y deportes. Más tarde, al abandonar el palacio, se dedicó por años –sin descanso– a prácticas ascéticas, las cuales, ciertamente, no incluían refecciones gastronómicas. Después de su iluminación y hasta su muerte, el Buddha anduvo incesantemente de villa en villa, de ciudad en ciudad, de montaña en montaña. Él y sus discípulos andaban nueve meses al año. Durante los tres meses de la estación de las lluvias permanecían en un mismo lugar, pero, aún así, tenían que caminar todos los días para buscar su alimento en las aldeas.
Entonces, ¿por qué a alguien se le ocurriría la idea de representarlo gordo?  Lo que en realidad sucede es que el famoso Buddha gordo «no» es una representación del Buddha, por más que las revistas y medios superficiales insistan en representarlo así. El origen de los «Buddhas gordos» es oscuro y existen diversas explicaciones. En verdad, parece que han existido varios personajes gordos.
Las primeras representaciones chinas de tal personaje aparecieron, probablemente, en la dinastía Sung (960-1275). Un primer modelo es aquel que se representa sentado sobre una bolsa (que contiene tesoros). En su mano izquierda sostiene una pieza de oro con forma de barco o, a veces, un mala (rosario). En la mano derecha, a veces, sostiene un abanico. En ese caso, representa a Mi Fo, tal vez asociado con el rey-guardián de la prosperidad, Jambhuvala, que preside el sector norte del universo.
Otra figura parece haber tenido como inspiración a Chang Dingzi, un monje buddhista que vivió en la China del siglo X. Él siempre cargaba una bolsa sobre sus espaldas y, por su sabiduría y fama de hechos milagrosos, pasó a ser considerado una manifestación de Maitreya, el Buddha del futuro. Maitreya es considerado el bodhisattva de la compasión ilimitada. En China había una expresión idiomática para alguien muy paciente y tolerante: «aquel de estómago grande». Tal vez esa expresión llegó a ser tomada literalmente, dando surgimiento al sujeto gordo que carga una bolsa sobre sus espaldas. En cuanto tal, se trata de una representación de Maitreya (Mileh Fo en chino o Miroku Bosatsu en japonés).
En otra representación, encontramos a nuestro obeso personaje con las manos hacia lo alto, como agarrándose de los cielos para no caer. Este es Hotei, el dios chino de la prosperidad y la riqueza. En Asia, una barriga prominente siempre fue asociada con la prosperidad. Algunos la asocian con la divinidad hindú Indra, señor de los cielos. Hotei aparece siempre riendo, de ahí que muchos lo llamen el «Buddha Sonriente». Hotei es una de las siete divinidades japonesas de la suerte.
Existe todavía otra representación: cuando aparece riendo y rodeado de niños o animales. Ese es el bodhisattva Kshitagarbha (Di Zang Wang Pu Sa en chino y Jizo Bosatsu en japonés), protector de los niños y a quien muchos rezan cuando pierden sus hijos.
Tenemos aún otra historia que proviene de la tradición tailandesa. Nuestro personaje era un discípulo del Buddha, joven y atractivo. Las mujeres no lo dejaban en paz. Entonces, deseó ponerse muy gordo para que ellas lo dejaran en paz y poder meditar tranquilo. Otra versión lo asocia con Anāthapiṇḍika, el rico comerciante que tanto apoyó al Buddha y a la comunidad de monjes. Como prosperidad y una gran barriga también están asociadas en la cultura india, el «Buddha gordo» apareció.
En fin, todas esas versiones se mezclan y confunden de manera que ni siquiera los pueblos asiáticos saben de qué se trata. ¡Qué podría decirse de los occidentales! Y siempre está a posibilidad de alguna influencia escandinava desconocida y que el «Buddha gordo» no sea otro que Papá Noel disfrazado (después de todo, ¿quién aguantaría pasar la vida entera en tierras heladas y con ese atavío tan pesado?); o, por el contrario, que Papá Noel sea, en realidad, Maitreya o el «Buddha gordo», una forma de traer iluminación y felicidad también a los pueblos occidentales. Al final de cuentas, ambos son gordos, prósperos, siempre aparecen sonriendo, les gustan los niños, distribuyen presentes y cargan una bolsa sobre sus espaldas. ¿No es para pensar?
Nota Un artículo publicado por la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas reporta que: «Un reciente estudio publicado en la revista médica 'Medicina y Ciencia en el Deporte y Ejercicio', señala que caminar 10.000 pasos por día mejora notoriamente el descenso de peso». Y agrega: «...quienes caminan más, tienen menor peso corporal, y menos grasa depositada en lugares vinculados a riesgo cardiovascular y metabólico, como es el abdomen».

Hablamos con una de las webcamers españolas más famosas de internet

Sería complicado reconocerla sino fuese porque no es la primera vez que nos vemos en persona, ya que tuve la oportunidad de entrevistarla en el pasado. Ella no muestra su rostro -ni tampoco sus pechos ni su coño- por el océano de Internet, a no ser que sea en la sesión privada de su cam erótica. Aunque todo se intuye en las fotografías que cuelga en Twitter. Es bajita, morena, aventurera y posee una dulce voz y sonrisa que da nombre a su personaje. Dulce Barcelona (22 años) es una de las webcamerseróticas españolas más populares. "No hay que ser choni para dedicarse al porno, también se puede ser muy dulce", tuiteó el otro día. Es sexóloga y no responde al prototipo que gran parte de las personas tiene en su mente cuando se habla de mujeres que se lucran a través del sexo: tiene inquietudes, le interesa la cultura, se ha sacado una carrera, escribe sin faltas de ortografía, no se dedica al sexo porque su vida se encuentre en las profundidades de un pozo, odia las tetas operadas, no hace topless en la playa y no le gusta exhibir su cuerpo fuera de su trabajo. "Soy una puta, no me da reparo decirlo".
No le gusta planear su trabajo. Cuando le apetece, y teniendo en cuenta los momentos de la semana en los que sabe que habrá más clientes, se conecta. Entonces avisa de que va a comenzar su sesión con una foto provocativa en Twitter acompañada del enlace a su chat, el cual obtiene innumerables retuits. Tiene más de 40.000 seguidores en la red social del pajarito simpático y un buen número de clientes habituales que acuden a su chat en Cumlouder buscando satisfacer sus necesidades sexuales y, hasta a veces, psicológicas. A los de siempre, que se dejan centenares de euros mensuales en sus sesiones, les avisa por privado. "A veces me siento mal porque noto que alguno de mis clientes se está obsesionando demasiado conmigo y siento sensaciones contradictorias sobre si debo seguir alimentando su obsesión o calmarla, autoperjudicando de esta manera mi negocio".
Sus padres no saben que ella es webcamer. Y eso que ya ha celebrado su tercer aniversario dedicándose a ello. "La verdad es que no pensaba que duraría tanto". Cuando comenzó le invadió la curiosidad de usar su cuerpo laboralmente. El hecho de que fuese sexóloga acrecentó ese interés. "Me gusta mucho conocer la gente dentro del chat. Todo lo que se callan las personas en la vida real me lo cuentan a mí. Desde problemas de trabajo, a que añoran a su ex, a que su matrimonio no funciona o hasta los que simplemente entran para presumir, para que tú seas la que te excites con ellos. A éstos les suelo hacer poco caso. Se equivocan de webcamer si pretenden eso". Muchos de ellos llevan anillo.
¿Pero por qué ser webcamer? "Me gusta. Me gusta dedicarme al porno. Y para dedicarte a ello te tiene que gustar. Las chicas que entran en este mundo simplemente para conseguir dinero fácil suelen durar poco". Hablamos de un negocio alegal, lleno de secretos opacos, en el que las chicas pueden superar el sueldo de mil euros al mes si le dedican suficientes horas.
Anuncia a sus clientes que esa noche lleva puesta lencería negra. "Ese día el éxito de visitantes está asegurado". Otros días, en cambio, desvela que estrenará un juguete nuevo o que se ha hecho un peinado original. La sesión empieza. Durará como mínimo hora y media. Puede ser que después de una pausa de diez minutos continúe hora y media más. Durante ese tiempo pasarán por su chat entre veinte y cien visitantes. Algunos de ellos le desvelarán sus secretos más íntimos, como si Dulce Barcelona fuese su mejor amiga: "no soy una persona con la que han ligado. Antes de verme han puesto la VISA, pero algunos no lo recuerdan. Hay gente que hasta quiere quedar conmigo en la vida real. Nunca lo he hecho, aunque sé de otras webcamers que sí".
Sus clientes son tan variados como permite el ser humano. Menciona con especial atención a los que ella intuye que son millonarios –a tenor de lo que se gastan mensualmente en ella- y que cree que acuden a sus servicios simplemente para seguir demostrándose a ellos mismos que pueden permitirse más que el resto. Igual que se compran un coche de gama alta o una casa con jardín, se regalan visionar unawebcamer. En contraposición, se encuentran los pajilleros menores de veinte años que no tienen dinero para estar más de un minuto con ella y le piden que se desnude rápido para que puedan terminar con éxito la autofelación.
"La mayoría de clientes te suelen pedir lo que no se atreven a pedirle a sus parejas o éstas no quieren llevar a cabo. También te piden aquellas cosas que no le pueden pedir por falta de confianza a una chica con la que han ligado en una discoteca. Por ejemplo, meterse un lápiz por el culo o masturbarse con un vaso".
Las horas extra en el trabajo –de siete a ocho de la tarde-, la hora de desayunar y la hora de comer al mediodía son los momentos de mayor afluencia a sus chats. También cuando gana el Barça -muchos de sus clientes son barceloneses-: "Yo me dedico al entretenimiento, así que no puedo pensar en mi trabajo como uno de oficina que dura ocho horas y después adiós muy buenas. Tengo que estar ahí cuando al cliente le apetece hacerse una paja. Y es muy probable que al cliente le apetezca hacérsela un domingo por la tarde mientras yo estoy en el sofá con una manta mirando una peli". Las noches de los lunes son las más concurridas y las de los viernes las que menos. "Los clientes de noche son mucho más directos que los de día".
Ella ya está desnuda. Quizá tocándose. Ahora sí que muestra todo su cuerpo al cliente. "Al no enseñar nada en las redes sociales, es más exclusivo. A los clientes les obligo a entrar a mi sesión para que puedan ver mis tetas. Por eso muchos de ellos me piden que no enseñe nunca nada en Twitter. Así se sienten diferenciados de los simples pajilleros que buscan fotos de chicas desnudas en esta red social. Se sienten en un escalón superior". El teclear de sus dedos para conversar por el chat inunda el teclado de líquido vaginal.
A menudo se encuentra gente de la calle que se enfada –no con ella, sino con el mundo- cuando les explica que se dedica a ser puta. "No se sorprenden de que haya puteros y sí que se sorprenden de que haya putas. A ti te gusta ser putero y a mí me gusta ser puta. Punto". Le dicen que algún día, cuando ya sea mayor, se va a arrepentir de haber tomado este camino vital y que no se atreverá a contárselo a sus hijos. "Cuando tenga cincuenta años estaré muy orgullosa de lo que hice cuando era joven".
No descarta pasarse al porno en el futuro, aunque le da cierto reparo que sus videos "queden colgados para siempre en Internet y se los pueda encontrar cualquier conocido". Ese ya es otro mundo. Concretamente, uno en el que una actriz puede cobrar más de tres mil euros por escena. Aunque con sus contras más acentuados que en el caso de una webcamer.
La sesión ha acabado. Dulce Barcelona cierra el ordenador y vuelve a ser... Prefiere no desvelarlo aún.

jueves, 19 de febrero de 2015

Tuve una sesión de Terapia Desnuda

“La Terapia Desnuda”™ es una experiencia que combina elementos de la terapia de conversación positiva y centrada en la persona, terapia experimental y terapia de juego creativo, con el componente añadido de que el cliente y/o el terapeuta se desnudan para facilitar ideas más honestas y únicas a través de la experiencia de la excitación".
—Sara White, la Terapeuta Desnuda™.
Sarah White, la Terapeuta Desnuda™. Foto por Francesco Sapienza.

Sufro de depresión.
Me tomó mucho tiempo poder admitirlo, y cuando finalmente lo hice, fue una lección de humildad. Pero también era increíblemente importante para comenzar a entender la enfermedad mental y qué tan complicada es. Antes de aceptar mi propia depresión, había pensado que la depresión era algo que los otros usaban como una excusa; no podía entender que la gente no “escoge” estar deprimido, como la gente no escoge desarrollar esclerosis múltiple. Henry Rollins recientemente escribió un editorial para elLA Weekly llamado “A la mierda el suicidio”, que se publicó a raíz de la muerte de Robbin Williams, y es un perfecto ejemplo de la ignorancia y estigmatización que rodean la enfermedad mental en el país, (Rollins ya pidió disculpas). La publicación de Rollins realmente me molestó al principio, pero recordé que hasta que yo consideré el suicidio, tenía la misma mentalidad que él. Lo que cambió mi perspectiva fue cuando releí la escritura abierta y transparente del comediante Rob Delaney sobre sus propias batallas con esta enfermedad mental frecuentemente malentendida. Esa publicación finalmente me persuadió a dejar de ser un imbécil y buscar terapia.
Llevo casi un año en terapia normal. Estoy extremadamente agradecido porque trabajo en la academia y las últimas dos universidades donde he trabajado han tenido un programa de asistencia al empleado que permiten cierto número de sesiones para los profesores y el personal. La mayoría de la gente no tiene este tipo de beneficios, lo que está muy jodido, porque la salud mental es igual de importante, sino mucho más, que un chequeo de rutina o una limpieza bucal semestral. A través de la terapia estoy aprendiendo los recursos que tengo para manejar mi depresión. Me estoy dando cuenta que he experimentado depresión severa múltiples veces en mi vida, aunque no habría podido reconocerlo en ese momento. Mi terapeuta en Richmond, Virgina, donde viví el otoño pasado, fue muy útil para poder salir de un pozo severamente profundo y oscuro. Ella fue una oyente increíble, 100% sexo positiva y me ayudó a confrontar mi desorden mental con mucha convicción.
“Pareja sonriente reconciliándose en una sesión de terapia en la oficina de la terapeuta” Derechos de autor. Free stock image.

Ahora que vivo en Nueva York continúo con una terapia regular y me siento considerablemente mejor de lo que me sentía el otoño pasado. Aunque no necesariamente sienta la “necesidad” de ir a una sesión, siempre es bueno hacer un inventario de qué cosas tengo en la cabeza. La terapia normal, para aquellos suficientemente afortunados de poder acceder a ella, es como ir al gimnasio. Aunque estés en buen estado físico, sigues yendo para mantener ese estado. Puede ser una mala comparación, pero la verdad no tengo idea de cómo es ir al gimnasio.
Poco tiempo después de haberme mudado a Nueva York, estaba en una noche de presentaciones durante la exhibición de Los Nuevos Románticos en Eyebeam para ver a mi buen amigo Ann Hirsh mostrar su nueva obra. Después de la pieza de Ann, que fue fenomenalmente incómoda, me presentó a su amiga Leah Schrager. Schrager trabaja en varios medios, pero el proyecto que le ha ganado mayor atención es sin duda Sara White, la Terapeuta Desnuda™. Schrager ve a Sarah White como una ona, antes que como una persona, y explica ese concepto a profundidad aquí.
Después de haber investigado el proyecto y los textos de “Sarah” sobre los beneficios de una Terapia Desnuda™, obviamente estaba intrigado. En términos de arte contemporáneo, la hibridación de Schrager de varias prácticas incluyendo el arte escénico, prácticas sociales, en internet como contexto/interfaz, y una solicitud de audiencia participativa hace que su trabajo sea interesantemente difícil de definir concretamente. Con frecuencia, los intérpretes luchan para seducir a sus audiencias a participar. Es dolorosamente incómodo presenciar algo en vivo donde el autor literalmente está rogándole a su audiencia para que hagan esto o lo otro. Lo que resulta fascinante es cómo Schrager ha explotado la mirada masculina para obtener participantes que están dispuestos a pagar dinero para contribuir al desarrollo de su proyecto. Es algo evasivo y económicamente tenso el poder aproximarse a su trabajo de interpretación, mientras se evade una verdadera explotación individual, al mantener el valioso anonimato de sus participantes.
Mientras que la ona de Sara White es físicamente hermosa, me atrajo la manera como ella describe la motivación del proyecto, realmente dirigiéndose con perfecta articulación a las paradojas que genuinamente siento cuando exhibo mi sexualidad de manera responsable y progresiva. Mi Facebook está lleno de reportes de amigas identificadas como femeninas, sobre el constante acoso que sienten en sus vidas diarias y me hace consciente (a veces demasiado) de mis interacciones con las mujeres que conozco.
Todos los clientes de Sarah son hombres, algo que la enorgullece. Su enfoque pone énfasis en los beneficios de la excitación, un estado que ella argumenta, permite que uno pueda “sanar, descubrir, aprender y volverse más consciente de las cosas que de otra manera no puedes ver, porque éste es un estado único en la mente humana, como lo es el estado inconsciente del sueño”. La sección de preguntas frecuentes de su página web es bastante completa, y aquí hay una muestra de las preguntas que responde y que apuesto te estás preguntando en este momento:
¿Te desnudas totalmente?
Sí, si así lo deseas.

¿Qué tan explicita te pones?
Eso depende de qué considere que es terapéuticamente relevante.

¿Me puedo desnudar durante mi sesión?
Sí.

¿Me puedo masturbar durante mi sesión?
Sí.

En sus textos, ella señala que aunque un gran número de hombres han experimentado crisis y desórdenes mentales, muy pocos buscan un tratamiento. Esto no es sólo resultado del estigma social que tiene la terapia, explica, sino también porque “la terapia no entiende a los hombres”. Y aunque yo personalmente me he beneficiado mucho de la terapia, sí entiendo su punto. Antes de tragarme mi ego y admitir que necesitaba una ayuda, no me podía imaginar que hablar con un terapeuta me ayudaría en absolutamente nada.
La primera sesión de terapia que tuve fue una experiencia terrible, rozando con lo traumático; la terapeuta era perfectamente sexo negativa y, para ser francos, me hizo sentirme muy mierda cuando le dije sobre qué quería hablar con ella. Afortunadamente, me lo aguanté, y me forcé a mi mismo a tratar de nuevo con un terapeuta diferente, el de Richmond, que terminó siendo fenomenal. Entonces no estoy totalmente de acuerdo con que “la terapia no entiende a los hombres”, aunque solamente soy capaz de basarme en mis propias experiencias, pero sí he conocido a terapeutas que me han hecho sentir terriblemente culpable de mí mismo como persona sexual, principalmente como resultado de su aversión y desaprobación hacia las cosas que trataba de discutir.
Me encontré con Schrager recientemente y le mencioné que había leído sus textos —o más bien los de Sarah White— sobre la Terapia Desnuda™, y que me habían interesado, tanto lo que había dicho sobre la excitación como en que se trata de un proyecto de arte escénico completamente extraño. Me alentó a pedir una cita en la página web de Sarah White, y lo hice. Desde entonces dejé de comunicarme con Schrager para hablar exclusivamente con White, un papel que hace tan bien que más o menos se me olvidó que era una construcción artística.
Recibí un correo que incluía los términos y condiciones de la sesión, y también una serie de preguntas preliminares. Estas incluían una indagación sobre las razones por las cuales había acudido a la Terapia Desnuda™ —a lo que probablemente contesté con demasiada franqueza— y también me preguntaba qué era lo que quería que se pusiera durante la sesión. La ansiedad que sentí mientras escribía un correo en donde le decía qué ponerse, se convirtió en excitación cuando pulsé “enviar”. Antes de que hubiéramos tenido la primera sesión, ya me estaba sintiendo bastante caliente. Generalmente White no permite que el cliente grabe la sesión, pero como le dije que estaba planeando escribir sobre nuestra sesión para VICE, me permitió hacer capturas de pantalla periódicas, según progresaba la sesión.
Mira que tan lindo es Portland, Oregón. Aún me sorprende por qué me mude a este basurero de Nueva York.

La fecha de mi sesión programada, estaba en mi primer día de vacaciones en Portland, Oregón. Me desperté temprano esa mañana, caminé por la ciudad un rato, visité muchos de mis lugares favoritos de cuando viví ahí hace unos años. Sin embargo, sin importar a dónde fuera, no podía quitarme el sentimiento simultáneo de ansiedad y emoción por tener la Terapia Desnuda™ esa tarde. Honestamente, estaba increíblemente nervioso por desnudarme en frente de una persona que es más o menos una perfecta desconocida, y estaba aún más nervioso sobre el incómodo monólogo inicial que una persona da sobre todo lo que está mal la primera vez que conoce a un terapeuta. También estaba muy caliente. Si no has experimentado este cóctel de emociones, te lo recomiendo.  
Empezando la sesión de la Terapia Desnuda™.

A las 2PM, inicié sesión en Skype. White estaba conectada y me mandó un mensaje para ver si estaba listo para empezar. Tomé una inhalación profunda, me senté y le contesté “claro”, y un momento después me llamó. Contesté muy torpemente. Ella estaba sentada en su sofá, vestida impecablemente, mientras intercambiábamos comentarios amables. No siento que hablar en público sea angustioso para mí; aunque yo sea una persona muy ansiosa, generalmente no me siento de esa manera cuando estoy hablando con personas. Pero estaba tartamudeando, murmurando y teniendo mucha dificultad actuando como una persona normal hasta que finalmente dije: “Lo siento mucho; estoy muy nervioso en este momento”. White me preguntó por qué, y mientras descruzaba las piernas, una avalancha de lo que sonaban como tonterías salió de mi boca. Durante esto, que comenzó después de haber sido incapaz de hablar unos momentos antes, ella se movía sutilmente sobre el sofá. Era fácil detectar que ella sabía exactamente lo que estaba haciendo con su cuerpo y mi manera de reaccionaría al estimulo visual. Fue algo extraño, pero completamente excitante.  
Estoy teniendo mucha dificultad articulando por qué este estado particular de excitación era diferente a cuando estoy viendo porno o cuando estoy con alguien, pero sí, era diferente. Sarah se quitó la camisa y yo seguía balbuceando. En un par de minutos probablemente dije lo que normalmente me tomaría la mitad de una primera sesión, simplemente porque me sentía extraño y caliente. Como cualquier otro terapeuta hubiera hecho, me permitió hablar todo lo que quería para sacar todos mis pensamientos iniciales, y luego me empezó a hacer preguntas sobre lo que le acababa de comunicar.
Hablamos sobre como casi exclusivamente salgo con chicas que he conocido en OkCupid o Tinder porque siento que es agresivo o anormal hablarle a una chica en un bar y tratar de comprarle un trago. Mientras White se paró para quitarse la camisa, me dijo que me podía quitar la ropa si quería. Me quité la camisa torpemente. Mientras lo hacía, me dijo que, por lo que podía ver, yo no era ni repulsivo ni agresivo y que probablemente tenía el tacto suficiente como para darme cuenta si una chica estaba interesada en mí o no, en caso que decidiera acercarme a ellas y hablarles.
En el transcurso de la sesión de una hora, empecé bajar la guardia y me sentía exponencialmente más cómodo. Aunque estábamos discutiendo cosas serias que regularmente tengo en la cabeza, no podía dejar de pensar que toda la situación fue tranquilizantemente divertida. Para cuando los dos estábamos completamente desnudos, parecía demasiado ridículo sentirse apenado o extraño de hablar sobre algún tema del que yo quisiera. En lugar de sentirme ansioso de estar desnudo en frente de alguien que escasamente conozco, me permití sentirme excitado y desinhibido.
Ahora me doy cuenta que en una terapia normal, incluso cuando me siento completamente relajado, probablemente exhibo un lenguaje corporal algo cerrado, con las piernas o los brazos cruzados, a menudo mirando algún punto lejano en el espacio, en vez de conectarme en la mirada del terapeuta. Pero estar desnudo me permitió bajar la guardia, y el hecho de que White también estaba completamente desnuda (periódicamente parándose para caminar de manera seductora) me hizo sentir completamente presente desde que acepté que el punto era, en efecto, excitarme.  
Para el final de la sesión me sentía increíble. Hablar sobre las ansiedades relacionadas con el sexo y las relaciones, las mismas ansiedades que la mayoría de nosotros sentimos, mientras uno se siente sexualmente excitado con alguien más, tiene mucho sentido. En una sola sesión, muchas de las cosas que había tenido demasiada pena de hablar con cualquier otra persona salieron y se manejaron de manera efectiva. Todavía continúo asistiendo a sesiones de terapia regulares, mientras tengo el privilegio de hacerlo, ya que no voy a ignorar lo afortunado que soy de tener este beneficio. Tal vez la Terapia Desnuda™ no es para todos, pero si eres alguien que ha estado luchando con cualquier tema relacionado al sexo que yo haya mencionado en este texto, te alentaría a que contactaras a Sarah White. Tiene razón cuando dice que la excitación es un estado único, y me alegro mucho de haber tenido la oportunidad de ver como se puede canalizar de una manera que no sea estrictamente relacionada con la intimidad física tradicional.
Ah, y sí, me masturbé.

Gordibuena Lectora


Voy a poner literal el texto del mail por que me paso muy bueno ;-)


Las nalgas de mi esposa gordibuena :)‏



viernes, 13 de febrero de 2015

¿Por qué los gatos duermen encima de ti?



gatos-sobre-mi
Los gatos poseen una conexión con el mundo mágico, invisible. Así como los perros son nuestros guardianes en el mundo físico, los gatos son nuestros protectores en el mundo energético. Durante el tiempo que pasa despierto, el gato va “limpiando” tu casa de las energías intrusas. Cuando duerme, él filtra y transforma esta energía. El gato puede muchas veces estar en lugares con baja circulación de energía Chi vital para poder activar ésta área. Muchas veces el gato se queda mirando para la nada, totalmente concentrado…él de seguro ve cosas que nosotros no vemos, desde insectos microscópicos hasta seres de otras dimensiones.
Muchas veces su gato va para un lugar aislado de la casa y comienza a maullar; no es solo atención lo que él quiere, es una especie de alerta que él está dando: la cualidad de energía de ese lugar necesita mejorar. Nuestros problemas, nuestro estrés diario es absorbido por el gato. Cuando es demasiado y el lugar está muy cargado de energía negativa, no es raro que el gato se enferme. Claro que el gato no es el único responsable por el equilibrio energético de la casa, pero él se esfuerza bastante. Cuanta más armonía exista en su ambiente, menos energía negativa él necesitará filtrar y consecuentemente será más feliz y saludable.
Cuando dormimos nuestros cuerpos astrales se separan del cuerpo físico y van para una quinta dimensión, la dimensión sin tiempo ni espacio: la dimensión en que estamos cuando soñamos. Por falta de entrenamiento y preparación, la gran mayoría de las veces no vemos esta dimensión tal como ella es, en vez de eso la “disfrazamos” y codificamos como nuestro contenido psíquico e inconsciente. Los gatos muchas veces nos acompañan en estos viajes astrales o protegen nuestro cuerpo astral, además de cuidar nuestra pieza de espíritus indeseables cuando estamos durmiendo. Estas son las razones por las que a ellos les gusta dormir con nosotros en la cama.
Los gatos también monitorean nuestra evolución. Durante su convivencia con nosotros, ellos transmiten informaciones a las dimensiones superiores, sirviendo como radares y transmisores. Además de eso, como transformadores de energía ellos ayudan en la cura, desempeñando un papel semejante al de los cristales.
Los gatitos son profesores, ellos nos enseñan a amar. Un amor libre, no sumiso, respetador del arbitrio ajeno y las diferencias. Por eso tantas personas tienen dificultad en convivir con gatos y los encuentran “interesados”. Primero, tú tienes que conquistar la confianza del gato. Después, tú tienes que aprender a respetarlo. Él te demostrará afecto cuando realmente esté preparado y no cuando tú se lo mandes. Los gatos reflejan amor. Desde el punto de vista energético, personas que tienen alergia a los gatos son personas que tienen dificultad en dejar entrar el amor a sus vidas. De acuerdo con Caroline Connor, si hay muchas personas en la familia y un único gato, él puede quedar sobrecargado absorbiendo la negatividad de todos. Es bueno tener más de un gato para dividir la carga entre ellos, sobre todo en esos casos.
Si tú no tienes un gato, y de repente aparece uno en tu vida, es porque tú necesitas de un gatito en una época específica. El gatito está queriendo ayudarte. Si tú no lo puedes acoger, es importante que le encuentres un hogar. El gatito llegó hasta ti por alguna razón que tú no puedes comprender a nivel físico, pero tú puedes descubrirlo a través de los sueños. Muchas veces el gatito aparece, cumple su función y se va.
Quédate atento a la forma como los gatos reaccionan a las visitas en tu casa. Muchas veces ellos están intentando protegerte de un campo energético negativo o pesado.
Fuente: Revista Gatomia – La revista del gato brasileiro.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Cómo escaparte si te atan las manos con cinta aislante… ¡No puedo creer lo simple que es!

Lo vemos en los programas de televisión y películas todo el tiempo: alguien es capturado y atado con cinta adhesiva. Las víctimas indefensas entonces luchan por escaparse con toda su fuerza, pero a menos que tengan un en sus manos un objeto afilado, la cinta adhesiva casi siempre gana en esta batalla. Pero ¿y si te dijera que no tiene que ser así? ¿Y si te dijera que hay una manera sorprendentemente fácil de escaparse de las esposas de cinta de conducto? Aqui esta la respuesta…



martes, 10 de febrero de 2015

23 Bebidas secretas que puedes pedir en Starbucks

secret

23 Bebidas secretas que puedes pedir en Starbucks

Starbucks se ha convertido en una de las cafeterías más populares en el mundo. Si eres fan y crees haber probado todo, te equivocas. Starbucks tienen un menú secreto con bebidas alucinantes, y hoy te revelaremos algunas para que vayas y las pruebes.

1. El Chai Latte para pobres.

Si andas medio corto de dinero, esta bebida es para ti. Pide un té Chai con espuma extra, y diles que coloquen dentro 2 bolsas de té, canela y jarabe de vainilla.

The Poor Man’s Chai Latte

2. El de Nutella.

Ordena un café Misto con un shot de chocolate, avellana y una gota de caramelo. Es lo más dulce que probarás.

The Nutella

3. El Biscotti Frappucino.

Compra un pedazo de biscotti y pide al barista que lo mezcle con tu elección de Frappuccino.

The Biscotti Frappucino

4. Undertow.

Pide 3 shots de tu jarabe favorito (vainilla sugerido), en un vaso alto con un chorrito de leche y dos shots de espresso, todo sin revolver. La idea es beber rápidamente para que puedas obtener la patada de espresso primero, luego la leche fresca y el jarabe al final.

The Undertow

5. Frapuccino Napolitano.

Pide un Frapuccino de fresas con crema, un poco de vainilla y un shot de moca.

Neapolitan Frappuccino

6. Frapuccino de canela crujiente.

Pide un Frapuccino moca blanco con canela dulce. Después pídeles que agreguen un shot de avellana, un poco de canela, azúcar y corónalo con crema batida. Aún puedes agregar un poco de azúcar con canela extra en la parte de arriba.

canela

7. The Green Eye.

Pide que te mezclen un té verde con uno rojo, el sabor te fascinará.

The Green Eye

8. The Teddy Graham Frappuccino.

Ordena un Frapuccino de café con jarabe de canela, un poco de miel y un shot de vainilla.

The Teddy Graham Frappuccino

9. Frapucchino de cerveza de mantequilla.

Ordena un Frapuccino de café con una base de crema hecha con leche entera y crema batida. Agrega 3 shots de jarabe de caramelo, y una llovizna de nuez.

The Butterbeer Frappuccino

10. El Chai sucio.

Pide un te chai normal mezclado con un shot de espresso. La combinación es perfecta.

The Dirty Chai

11. El Frapuccino de pie de manzana.

Pide a tu barista que llene hasta la primera línea de crema, y hasta la segunda línea con el jugo de manzana. A continuación, que añada una bomba de jarabe de canela y un shot de jarabe de caramelo. Dile que no olvide cubrirlo con crema batida y una llovizna caramelo.

The Apple Pie Frappuccino

12. The Red Tuxedo Frappuccino.

Ordena un mocha combinado, es decir, de chocolate blanco y negro. Diles que agreguen 2 shots de jarabe de frambuesa. Suena simple, pero es realmente delicioso.

The Red Tuxedo Frappuccino

13. Chocolate de calabaza.

Atrévete a probar un Pumpkin Spice Latte con un shot de chocolate. Puedes pedirlo frío o caliente, ambos son realmente ricos.

The Chocolate Pumkin

14. Frapuccino Twix.

Ordena un Frapuccino caramelo con caramelo extra y agrega un shot de avellana, chispas de chocolate y crema batida.

The Twix Frappuccino

15. Frapucchino Cookies and Cream.

Mezcla tu Frapuccino moca blanco con virutas java y un toque de jarabe de menta. ¡Será como probar el cielo!

Cookies and Cream Frappuccino

16. The Three C´s.

Ordena capuccino con canela y agrégale un shot de jarabe de chocolate y uno de caramelo. Jamás tu café había sido tan perfecto.

The Three C’s

17. The Grasshopper Frappuccino.

Ordena un Frapuccino de moca blanco con jarabe de menta y corónalo con chispas de chocolate.

The Grasshopper Frappuccino

18. Frapuccino de pie de banana.

Prueba con un Vainilla Bean Creme Frappuccino con un shot de jarabe de vainilla, una poco de jarabe de avellana, crema batida y un plátano entero. Lo amarás por las mañanas.

The Banana Cream Pie Frappuccino

19. Chocolate dalmata.

Pide un chocolate blanco caliente con chispas de chocolate extra y un shot de vainilla o avellana. Derretirá tu paladar.

The Chocolate Dalmation

20. Frapuccino Snickers.

Ordena un Frapuccino chip con toffee nut y caramelo en la parte de arriba. Sabrá como un snickers de verdad.

The Snickers Frappuccino

21. The Captain Crunch Frapuccino.

Ordénalo con un shot de caramelo, dos shots de Toffee, un shot de avellana y chispas de chocolate extra. Verás como tu día comienza de maravilla.

The Captain Crunch Frappuccino

22. The Cake Batter Frapuccino.

Pide un Frapuccino de vainilla y almendra. Tendrás lo mejor de dos mundos.

vainilla

23. Frapuccino de pie de limón.

Pide al barista que llene hasta la primera linea de jugo de limón, hasta la segunda raya de leche, 2 shots de moca, 2 shots de vainilla, un shot de canela y crema batida con coco tostado en la punta.

limon