Puede que no lo parezca inmediatamente después de un rompimiento, pero las investigaciones indican que somos, sí, muy buenos superando la terminación de una relación. Estos estudios probaron que nuestros cerebros están “programados” para superar la pérdida de una ser amado – y buscar otro rápidamente.
Según Brian Boutwell de la Saint Louis University, uno de los autores de la investigación, nuestro cerebro posee un mecanismo, desarrollado a partir de la selección natural, para deshacerse de situaciones dolorosas lo más rápido posible. Es decir, la ciencia prueba lo que tu abuela ya sabía: el tiempo lo cura todo.
Para llegar a esta conclusión, además de revisar investigaciones pasadas, los científicos analizaron las imágenes del cerebro de hombres y mujeres que se dijeron extremadamente enamorados. En estos casos, fue posible ver actividad en áreas del cerebro asociadas con el placer – las mismas que se activan con el uso de drogas, por ejemplo. Con esto, los investigadores creen que esa reacción inicial puede asociarse con los primeros momentos de la pasión, durante la atracción física. Pero un proceso a la inversa sucede cuando terminaron una relación.
El estudio también cuestiona la idea de que los humanos practiquen la monogamia por naturaleza. El hecho de que superemos rápidamente el final de una relación sería una prueba más de que estamos programados para tener más de una pareja – y que la vida en matrimonio es una invención de la sociedad.
Con estos resultados los investigadores esperan poder ayudar no solo a que las personas entiendan mejor cómo es que se comporta nuestro cerebro cuando el amor muere, sino también que dicha comprensión evite el fin de relaciones que están funcionando.
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